27 de agosto de 2013

No hay razón, no hay lógica. Ya no queda con qué.

Te tuve como regalo, nunca supe qué tanto me iba aferrar, pero existe una realidad, la realidad donde los días pasan y la pasión se va con ellos.

De hecho debo confesártelo, nunca creí llegar tan lejos, es que ni siquiera me veía a tu lado y una estúpida burbuja me atrapó a ella, empañó mis ojos, mi mente, mi cuerpo, mi ser, mi vida, fue engañada, víctima de todo lo que no quería sentir.
Siento que estoy dividida en dos y es tan difícil buscar la polaridad. Que una parte mía invada cada lugar de colores cuando sin embargo conllevo por otro, diez mil toneladas de grises que no me sirven para absolutamente nada, y es que estoy acá, estancada, hundida, cada vez más profundo. Cada día más abajo.

Estoy tan abajo tuyo mi amor, que me parte la poca alma que me queda de ti. No quiero imaginar tenerte en otro lado, nunca quise hacerte esto, pero ya no tengo con qué entregar amor, si es que en algún momento te lo dí. No quiero decepcionarte, pero debo decirte también que fingir algo me sale de maravillas, no me extraña que hayas sido engañado por esta persona, por este ser, por mi misma. 

Puede que de hecho nunca te haya amado, como crees que te amé. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario